EL PERIODO DE
ADAPTACIÓN
(Educar en los tres
primeros años)
Vamos a tratar a continuación el
momento en el que de manera más aguda se hace necesario para los niños recurrir
a todos sus mecanismos de adaptación y contar con toda la ayuda posible por
parte de su familia y del nuevo contexto. El inicio de la asistencia a un
centro infantil
En el conflicto están implicados
el niño y sus padres y, en menor medida, el educador y también los demás niños
del grupo.
El niño que se separa por primera
vez de sus padres para pasar a pertenecer a otro grupo social se ve sometido a
sentimientos negativos de varios tipos:
Por una parte pierde el medio familiar y, desde
luego, no lo hace por deseo propio: hasta ahora ha sido en ese medio donde ha
encontrado satisfacciones y en él se siente querido y seguro.
Por otra parte, se enfrenta con lo desconocido.
Entra en una realidad nueva en la que no encuentra las referencias de su vida
habitual: el espacio, los objetos, las personas, no sabe nada de ellos.
Además, y sobre todo si el niño es pequeño,
tiene pocos recursos para comprender lo que le sucede, el tiempo que va a
durar, la posibilidad de reencontrar a sus padres.
Es natural que ante esta
situación los niños reaccionen con angustia y que intenten defenderse por todos
los medios. Pero no sólo los niños sienten angustia, también los padres: hasta
ahora le han cuidado y protegido, han visto crearse y crecer un vínculo
afectivo extraordinario entre ambos, ello ha supuesto una satisfacción y un
placer a los que van a renunciar en parte.
En los padres se suma la
dificultad de confiar a su hijo a otros con la tristeza por separarse de él.
Sabiendo además el sufrimiento que el niño siente.
Los niños manifiestan la
dificultad de esta situación no sólo mediante el llanto. Durante toda la
infancia los conflictos favorecen la aparición de enfermedades y en caso de
asistir por primera vez a un centro, hay que añadir las ocasiones de contagio.
Así pues, los niños se ponen repetidamente enfermos, los que dificulta la
adaptación y aumenta la inseguridad de los padres…
Esta es una situación verdaderamente
complicada, generadora de tensión….
Sin embargo, aunque el niño sea pequeño, si tiene una buena base de
relación afectiva con sus padres, si los padres son receptivos y están
dispuestos a ayudarle, y si el centro y los educadores tienen una actitud y
unas estrategias adecuadas, el conflicto se resolverá positivamente, pudiendo
el niño disfrutar de las oportunidades que el centro le ofrece sin sentir la
pérdida de su medio familiar.
Elena Lobo Aleu
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