Desde que un niño o una niña nacen, su sistema inmunológico comienza a desarrollarse y "aprende" con la experiencia. Poco a poco y durante los 2 primeros años su organismo se enfrenta a distintos ambientes que le provocan tos, resfriados, gripes y otras enfermedades que no deben preocupar a los padres.
Se podría decir que un niño/a necesita padecer enfermedades y superarlas para que su sistema inmunológico pueda entrenarse y fortalecerse adecuadamente, es por eso que un ambiente totalmente antiséptico no es recomendable. Dejar que los peques vivan de manera normal evitando comportamientos de sobreprotección como puede ser la higiena infantil extrema, comportamiento de algunos padres con el fin de evitar que el organismo de los niños/as puedan sufrir el ataque de los virus y bacterias a través de una constante vigilancia y limpieza del hogar.
Cuando los peques cumplen 4 años, el sistema inmunológico se ha desarrollado suficientemente y puede enfrentarse mejor a enfermedades más severas y complicadas. Los niños/as que no han sufrido en sus primeros años de vida alguna de estas enfermedades, podrían tener más posibilidades de padecer algún tipo de cáncer al no saber reaccionar adecuadamente el sistema inmune.
El avance de la sociedad y las mejoras en la calidad de vida han provocado que el sistema inmunológico deba enfrentarse a menos riesgos y por tanto se desarrolla menos.
Las enfermedades que no son graves son necesarias y ayudarán a fortalecera a nuestros hijos/as, inclluso lo que parece perjudicial puede ser recomendable en determinadas medidas.
